martes, 31 de enero de 2012

ORIGEN DEL CUENTO

Si bien nunca se menciona la palabra vampiro, ésta se intuye en múltiples detalles del relato, que van del escenario a la sospechosa actitud de los personajes. Baste consignar aquí que en una ocasión el autor declaró la experiencia autobiográfica que originó el cuento: “Entré en ese restaurante y tuve miedo porque llegué a la convicción absoluta de que allí había vampiros” Todo lo anterior autoriza para considerar que la delicada frontera entre lo cotidiano y lo extraordinario, lo condujo a descubrir en los vampiros una significativa rajadura en la fina malla de lo real. Además se puede apuntar que una de las interpretaciones del vampiro inserta en la poética de Cortázar está ligada en forma clara y eficaz con su afición por lo raro

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